El club tiene congeladas la cuentas y debe cumplir con compromisos importantes, por lo que la dirigencia busca una solución. Luis Spahn ya dejó en claro que no «cederá ni un centavo»
El presente de Unión no solo se juega en la cancha y en las últimas quedó envuelto en un serio problema financiero a raíz del embargo impulsado por el representante Sergio Levinton, actual apoderado de Ignacio Malcorra.
Levinton explicó que “estuve 10 años esperando que el club me cumpla con lo que estaba documentado”. Según su postura, se trata de una deuda pendiente que fue llevada a la Justicia, lo que derivó en el congelamiento de las cuentas principales de Unión.
La respuesta del presidente Luis Spahn no tardó en llegar. Consultado por el tema, aseguró que “desconocía esto” y fue tajante: “No vamos a ceder ni un centavo”.
Más allá de las declaraciones, lo concreto es que la medida judicial dejó al club en una situación compleja. El bloqueo de fondos afecta directamente las obligaciones inmediatas, como el pago de sueldos y compromisos operativos. La tesorería debió en estas horas buscar planes alternativos para intentar responder, mientras quedará para más adelante la resolución de la apelación presentada por la institución, que llevará tiempo.
El caso abre un nuevo frente en la vida de Unión, que deberá no solo reacomodar su economía en el corto plazo, sino también afrontar un escenario judicial que promete extenderse en el tiempo y que ya comienza a impactar en el día a día del club.
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