En Argentina se habla de fútbol, tenis, Franco Colapinto y Los Pumas. El boxeo, en cambio, en el último tiempo suele quedar en un segundo plano, aunque el país tuvo gigantes como Carlos Monzón o Maravilla Martínez. Hoy, el que mantiene encendida esa llama es Fernando Puma Martínez, actual campeón supermosca de la AMB y único argentino con un cinturón mundial vigente. El otro es Mirco Cuello, pero interino pluma de la AMB.
El próximo 22 de noviembre en Riad, Arabia Saudita, el Puma tendrá la pelea de su vida: enfrentará al invicto estadounidense Jesse Bam Rodríguez con los cuatro títulos mundiales de la categoría en juego. Una velada histórica: si gana, se convertirá en el primer argentino en unificar tantos cinturones en el mismo peso.
El Puma Martínez habló con Olé antes de su histórica pelea frente a Bam Rodríguez por los cuatro cinturones mundiales.
Desde La Boca, donde se forjó a puro sacrificio y sin ningún lujo, Martínez habló con Olé. Su historia tiene de todo: noches soñadas en Las Vegas, victorias en Japón y la ilusión de escribir un capítulo dorado para el boxeo nacional.
-¿Cómo vivís esta oportunidad de pelear por los cuatro títulos?
–Ya estamos enfocados en esa pelea contra Bam, sabiendo que es algo histórico. Si gano, será la primera vez que un argentino consigue tantos títulos juntos. Me encantaría traer esa gloria que le falta al boxeo argentino.
-¿Te imaginás la magnitud de lo que puede pasar en Riad?
-Sí, es algo muy grande. Van a estar en juego cuatro cinturones y yo me siento preparado para hacer historia. Ojalá que Dios quiera que se dé. Así como Messi rompió todos los récords, yo quiero romperlos en el boxeo.
El Puma Martínez con el cinturón de campeón mundial.
-Los dos llegan invictos, ¿te da miedo perder ese cero?
-No, al contrario, me emociona. Somos dos grandes campeones de la categoría y esta pelea va a definir quién es el indiscutido. Yo siempre quise pelear con los mejores y esta es la oportunidad.
-¿Lo ves ganable por KO?
–Sí, creo que lo voy a ganar por knockout. Puede ser después del quinto round.
El puño del Puma junto al cinturón de campeón mundial y la remera de su primer triunfo ante Kazuto Ioka.
-¿Cómo se dio esa primera gran chance por el título supermosca de la FIB en 2022 contra Jerwin Ancajas?
-Fue increíble. Él llevaba diez años invicto y me subestimaron, pensaron que era un paquete más. Pero en Las Vegas demostramos lo contrario e hicimos historia. Fue especial porque siempre soñé con pelear ahí y porque le cumplí el sueño a mi viejo, que siempre decía que tenía un campeón del mundo en la familia. Todos me subestimaron porque hasta ese momento solo había peleado una vez afuera, en Sudáfrica, donde gané el título CMB Silver. Antes de esa pelea estaba rankeado 80° en el mundo y después pasé al 8°.
-¿Cómo fue tu primer enfrentamiento con Kazuto Ioka?
–En 2024, me tocó enfrentar a Kazuto Ioka por el título de la AMB y le gané, los sorprendí a todos, nadie entendía nada. Después me tocó darle la revancha otra vez en Japón, y también la gané por puntos y en fallo unánime. Ganarle dos veces en su casa fue algo increíble y muy importante para mi carrera. Se quedaron todos sorprendidos, porque no sabían de dónde salió este pibe y bueno, los argentinos somos así, tenemos corazón de guerrero. Yo me identifico mucho con lo que hizo el Chino Maidana: ir, plantarse y ganar.
El careo entre Kazuto Ioka y el Puma Martínez, previo a la primera pelea.
-¿Cómo es tu rutina de entrenamiento para una pelea tan grande?
–Hacemos doble turno: a la mañana todo físico, a la tarde boxeo, bolsa, sparring. Ahora los entrenamientos son más duros porque falta tiempo (restan tres meses) y hay que meter volumen. En la dieta me cuida el nutricionista, estoy unos 7 kilos arriba y después se ajusta. Igual, me doy mis gustos: un buen asado nunca falta, lo que no me dejan son las achuras.
Martínez se ajusta las vendas antes de arrancar el entrenamiento.
-Mentalmente, ¿cómo trabajás la ansiedad?
-Trato de estar tranquilo, pasar tiempo con mi familia, mirar series, hasta El Chavo del 8 (risas). Si pensás demasiado en la pelea, te volvés loco. Cuando entreno, sí me concentro al 100%.
-En lo personal, sos muy de Boca. ¿Cómo lo ves hoy?
–Soy hincha, viví de chico a dos cuadras de la Bombonera. Ahora no me estoy enfocando mucho en Boca porque toda mi energía está puesta en esta pelea.
El Puma Martínez fue a ver a Boca ante Banfield y Olé lo fotografió con su cinturón, disfrutando la previa con los hinchas Xeneizes.
-Tu historia también es de lucha fuera del ring. Hoy entrenás en un cuartel de bomberos…
–Sí, me cerraron las puertas en otros lugares y ellos me abrieron la suya sin pedir nada a cambio. Ya hace tres años que entreno ahí y me hicieron sentir parte de la familia.
-Se viene un entrenamiento a puertas abiertas. ¿Cómo lo vivís?
–Está buenísimo. Va a ser en el Abasto y creo que va a venir muchísima gente, porque los hinchas del boxeo son muy apasionados. Es la primera vez que se hace algo así y es algo que engrandece al boxeo nacional. Estoy muy contento de ello.
El Puma con su cinturón de campeón mundial y la remera de su histórica primera victoria ante Kazuto Ioka.
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