En medio de un escándalo que sacudió los cimientos de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), el Gobierno nacional evalúa una reestructuración profunda del organismo. La propuesta, que se encuentra bajo análisis en la Casa Rosada, apunta a que la ANDIS deje de ser un ente descentralizado y pase a depender directamente del Ministerio de Salud, encabezado por Mario Lugones.
El objetivo declarado: ejercer un mayor control sobre los procesos licitatorios y garantizar transparencia en la gestión de recursos públicos. La iniciativa surge tras la difusión de audios atribuidos al entonces director ejecutivo de la ANDIS, Diego Spagnuolo, en los que se mencionan presuntas maniobras de corrupción vinculadas a contrataciones con la droguería Suizo Argentina.
En los audios, Spagnuolo habría denunciado un entramado de coimas que involucraría a funcionarios cercanos al círculo presidencial, lo que generó una ola de repercusiones políticas y judiciales. Como respuesta inmediata, el Gobierno decidió intervenir el organismo y desplazar a Spagnuolo, junto con otros funcionarios clave como Daniel Garbellini, director de Acceso a los Servicios de Salud.
En su lugar, fue designado Alejandro Vilches, médico especializado en gestión sanitaria y hombre de confianza de Lugones. La ANDIS fue creada en 2017 bajo el Decreto 698/2017, durante la gestión de Mauricio Macri, como un organismo descentralizado con autarquía económico-financiera y personería jurídica propia.
Esta estructura le permitía elaborar sus propios trámites licitatorios y manejar su presupuesto sin intervención directa de otras áreas del Estado. Al pasar a la órbita del Ministerio de Salud, la agencia perdería esa autonomía y sus procesos administrativos quedarían bajo supervisión directa de la cartera sanitaria.
Esto incluye la obligación de utilizar el Sistema Electrónico de Contrataciones (Compr.ar), que es monitoreado por la Oficina Nacional de Contrataciones (ONC). Desde el Gobierno aseguran que esta modificación no requiere una nueva legislación ni facultades delegadas, por lo que podría implementarse de manera inmediata.
Auditoría, intervención y control
“Queremos que el Ministerio de Salud pase a tener una mayor responsabilidad sobre la agencia”, afirmaron fuentes oficiales. La intervención de la ANDIS no solo busca reorganizar su estructura administrativa, sino también revisar en profundidad los contratos firmados durante la gestión de Spagnuolo.
Según datos oficiales, se iniciaron al menos 31 procesos licitatorios en los últimos meses, muchos de ellos vinculados a la compra de medicamentos e insumos médicos. Con la llegada de Vilches, el Ministerio de Salud logró acceder por primera vez a los detalles internos de estos procesos, que antes estaban fuera de su alcance. “Ahora que lo intervenimos podemos ver los primeros números, antes no lo podíamos hacer y quedaba todo a su disposición”, indicaron desde el Ejecutivo.
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