Antes del desembarco del embajador Peter Lamelas, la mano dura de Trump aterrizó en Argentina. Kristi Noem, funcionaria central en seguridad y migraciones, se reunirá con Milei y Bullrich para sellar acuerdos bilaterales y avanzar en la idea de una cárcel al estilo Bukele
Fuente: www.dataclave.com.ar
El Gobierno de Javier Milei se prepara para recibir este lunes a Kristi Noem, jefa del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y una de las funcionarias más leales a Donald Trump. La llegada de Noem marcará un movimiento estratégico antes del aterrizaje formal de Peter Lamelas, el médico cubanoamericano nominado por el expresidente republicano para ocupar la embajada de Estados Unidos en Argentina.
Mientras el Senado norteamericano evalúa la nominación de Lamelas, que esta semana defendió su designación atacando a Cristina Kirchner y prometiendo frenar la influencia de China en las 24 provincias, la Casa Blanca decidió acelerar su agenda con el país. La visita de Noem es una señal de que la relación con la Casa Rosada no está en pausa, sino en pleno rodaje.
“Ella está en arresto domiciliario debido a algún favoritismo político que está pasando allí”, lanzó Lamelas en el Capitolio, en referencia a la expresidenta, para ganarse los aplausos de un comité afín a Trump.
La ministra fue gobernadora de Arkansas y hoy lidera el Homeland Security, el mismo organismo que comanda al temido Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Su perfil duro le generó controversias: en su autobiografía reconoció que mató a su perro y a su cabra por mala conducta y mal olor, pero su fidelidad a Trump la sostuvo en el cargo.
Noem ya fue recibida por Nayib Bukele en El Salvador, con quien la une una sintonía total en temas de seguridad, cárceles y deportaciones. Esa experiencia podría ser replicada en Argentina. Según fuentes oficiales, Patricia Bullrich busca avanzar con el financiamiento de una cárcel de máxima seguridad al estilo del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CeCoT) que implementó el presidente salvadoreño.
El proyecto, que se maneja con extremo hermetismo, surgió tras la pelea de Bullrich con Jorge Macri por los detenidos federales alojados en alcaidías porteñas y la falta de una estructura carcelaria adecuada. La ministra espera que Noem habilite fondos para avanzar en esa construcción, que sería un emblema del nuevo paradigma de seguridad.
Además de reunirse con Milei y Bullrich en la Casa Rosada, la funcionaria republicana aprovechará su corta estadía para firmar acuerdos bilaterales. Pero el trasfondo apunta a consolidar una alianza ideológica y operativa que va más allá de los papeles.
La visita de Noem será apenas el comienzo. Esta semana, se espera que la administración Trump concrete un acuerdo arancelario con Argentina para excluir al país del aumento de impuestos de importación que ya afecta a Brasil y Canadá. El cierre de esa negociación lo lleva adelante Luis Kreckler, embajador con terminal directa en Karina Milei, la hermana presidencial.
La embajada que Lamelas ocupará en los próximos meses ya empezó a tomar velocidad. En paralelo, se barajan hipótesis sobre una futura visita de Estado de Milei a Washington, aunque desde el Gobierno aclaran que no quieren otro viaje sin resultados concretos ni fotos con el presidente norteamericano, como ocurrió en su última incursión, marcada por el misterioso arribo de un avión privado con once valijas no controladas por la Aduana.
Detrás del operativo político y diplomático, la sombra de Trump vuelve a proyectarse con fuerza sobre la Argentina. Y lo hace, esta vez, con una ministra todoterreno que trae consigo la receta salvadoreña y el respaldo del ala más dura del Partido Republicano.