Ni el más pesimista hincha de Newell’s hubiese imaginado que a dos fechas de terminar el Clausura el equipo rojinegro estaría con la soga al cuello en cuanto a la chance de perder la categoría. Pero la única verdad es la realidad y no queda otra que afrontarla para hacer el máximo esfuerzo en pos de dejar al rojinegro en primera división. La buena es que sigue dependiendo de sí mismo. Ahora bien, ¿qué dejó el debut de Lucas Bernardi como DT en lo que fue la derrota inmerecida ante Unión por 1 a 0 en el Coloso?
Con lo que tiene a mano, Bernardi deberá seguir reordenando la tropa, ajustando defectos, tapando agujeros, apagando incendios, como una especie de rescatista en zona de desastre, buscando tener una señal de vida y no que se derrumbe todo. El plantel entrenó el sábado, descansó el domingo y vuelve a practicar el lunes.
Newell’s está teniendo un Clausura pésimo. De los 14 partidos que lleva jugados del certamen ganó sólo dos, empató cinco y perdió en siete ocasiones. Y de los últimos 18 puntos en juego apenas atesoró dos unidades, lo que explica el hundimiento peligroso en la tabla acumulada. En tanto, con 22 goles en contra es el equipo más goleado del Clausura.
Números lapidarios y empezar de nuevo
Estos son los números crudos y lapidarios. Este es el escenario que desembocó en el despido de Cristian Fabbiani tras la caída con Argentinos en La Paternal. Y derivó en la llegada «momentánea», según la actual dirigencia, de Lucas Bernardi, uno de los grandes referentes del club, que estaba al mando de la reserva y se animó con entereza a tomar un fierro hirviendo.
Además la llegada de Lucas generó que todo el mundo Newell’s le ponga el hombro a este presente penoso del equipo, desde el Tata Martino, a Maxi Rodríguez; desde Roque Alfaro a Nacho Scocco, por citar a algunas de las glorias que dieron su apoyo en Bella Vista.
Ahora bien, el pasado viernes el equipo debió afrontar el primer partido bajo la batuta de Bernardi y le tocó un rival astuto y utilitario como Unión, que con muy poco y teniendo a su arquero Matías Tagliamonte como figura, se llevó los tres puntos del Coloso. ¿Hubo al menos reacción en Newell’s? Sí.
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Señales positivas en Newell’s que no alcanzaron
Lo que entregó desde lo futbolístico el debut de Bernardi tras la inyección anímica de la semana tiene aspectos que vale la pena analizar. Hubo algunas señales positivas respecto al desaguisado táctico que fue el final del ciclo Fabbiani. Lucas intentó que su equipo esté más compacto en sus líneas. Buscó respaldo colectivo y casi nunca Unión lo tomó mal parado en el retroceso.
Otro punto favorable fue que armó un mediocampo con el equilibrio de Martín Fernández como único cinco. Y a sus costados se hicieron cargo de la pelota los juveniles Facundo Guch y Valentino Acuña, por derecha e izquierda respectivamente, que le dieron cierta claridad y astucia a las transiciones con el balón. Dejó de ser el equipo previsible y lentísimo que era en el tránsito del mediocampo.
Es cierto que los pibes jugaron de mayor a menor, que también sintieron la presión del resultado negativo en el segundo tiempo y que terminaron extenuados antes de salir reemplazados. Pero al menos la pelota no les quemó y fueron para adelante con criterio.
También es para destacar que el equipo no se quebró y desde lo anímico trató de forzar el empate hasta el final, generando chances y haciendo figura al arquero rival Tagliamonte. Además fue más que positivo que los hinchas advirtieron el esfuerzo y entregaron un austero aplauso final a los jugadores.
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Alarmante falta de gol y desatenciones atrás
Claro que no perdió de casualidad y Newell’s sigue siendo un equipo endeble que todo le cuesta muchísimo, que no le sobra nada y que falla en los escenarios del terreno de juego donde se definen los partidos: las áreas.
Porque en la primera etapa Newell’s se equivocó en su área, cuando Agustín Colazo se anticipó a Víctor Cuesta para conectar de cabeza con un gran gesto técnico el gol que le dio la victoria al tatengue. Primero, Alejo Montero no pudo obstaculizar el buen centro de Mateo Del Blanco y luego con superioridad numérica local cabeceó el jugador visitante ante la falta de cobertura del mencionado Cuesta, además de Saúl Salcedo y Luca Sosa que estaban en la foto de la jugada.
Y el otro gran defecto de arrastre y que será muy complicado revertir es la falta de gol leproso. Porque el arco se le hace minúsculo a los volantes y delanteros. Ante el tatengue tuvieron varias chances de remate y la tiraron siempre afuera o chocaron con los reflejos del arquero. Es como que de cara al gol se nublan o les pesa la presión y así se complica mucho marcar la diferencia. Ese defecto viene de arrastre y necesita solución urgente.
Tampoco le sobra el recambio a Bernardi y ante Unión ingresaron como relevos Gonzalo Maroni, Jherson Mosquera, Brian Calderara, Juanchón García y el pibe Francisco Scarpeccio.
Para el partido del sábado, a las 19.15, ante Huracán, podrá reaparecer el volante Luca Regiardo tras cumplir una fecha de sanción. Ever Banega todavía debe una fecha más. Luego, en la última y decisiva jornada, Newell’s recibirá a Racing en el Coloso.
Con la calculadora en la mano, Newell’s necesita seguir mejorando como equipo. Todavía no le alcanzó ni siquiera para empatar, pero seguro que Bernardi seguirá sacando conclusiones y buscará las mejores alternativas competitivas. El tiempo apremia.
