Miguel Passarini
Para muchos, William Shakespeare es la meca del teatro, donde están todos los conflictos y todas las historias posibles. Para otros se trata de un autor inabarcable y por lo tanto más allá de sus obras majestuosas, su abordaje siempre requiere de cierta disección y profundo análisis a la hora de ponerlo en escena. Sin embargo, hay un puñado de textos poéticos que algunos coinciden que fueron escritos en una especie de exilio elegido en su oriunda Stratford-upon-Avon, donde (siempre supuestamente) nació el 23 de abril de 1564.
Se trata de sus magníficos Sonetos, algo más de 150 en total, que han dado tela para cortar en las escénicas a nivel planetario y que ahora son el disparador para montar la primera velada de Noches poéticas en La Usina, que acontecerá este sábado 18 de octubre, en una coproducción entre La Usina Social y Rosario Imagina, el espacio de formación y producción teatral que lleva adelante Rody Bertol hace más de tres décadas.
De este modo, con la asistencia de Juan Nemirovsky al frente de un gran equipo, quedará inaugurado un ciclo que, desde La Usina Social, buscará rendir homenaje a grandes autores, poetas y dramaturgos y que en noviembre, luego de los Sonetos de Shakespeare, será el turno de las poetas rosarinas.
Pero se trata sólo del comienzo porque la apuesta es aún más desafiante: los sonetos serán leídos en la intimidad de unas quince mesas, con unos pocos espectadores cada una, como pasaba con Lo mismo que el café o Heroínas, proyectos del mismo equipo de trabajo, no sólo por actores y actrices sino también por comunicadores y periodistas vinculados a las escénicas, por diversos motivos o intereses.
Ícono del teatro
“En esta velada inaugural celebraremos la figura inmortal de William Shakespeare. Bajo la dirección de Rody Bertol, quince intérpretes, en una mixtura inédita de actores, actrices y periodistas, recorrerán el espacio y se sentarán junto a las mesas de los espectadores para leerles en vivo algunos de los sonetos más hermosos escritos por el dramaturgo inglés”, adelantan desde el equipo artístico que contará con acompañamiento musical en vivo del músico Roberto Ceballos en saxo, María de los Ángeles Martínez en canto lírico y donde cada espectador recibirá la visita de tres intérpretes distintos a lo largo de la función, en un juego íntimo, cercano e inevitablemente inquietante.
“Hace mucho tiempo que estaba buscando alguna forma de entrar en la obra de Shakespeare. He leído mucho, pero no he leído todo alrededor de Shakespeare y de sus obras. Y cuando volví a recordar los Sonetos, empecé poco a poco a encontrar en esos textos lo que tenía ganas de hacer. En realidad, yo estaba buscando una forma para poder hablar acerca del amor desde otros lugares, pero que no fuera necesariamente una comedia o una tragedia. Y es real que con Shakespeare sucede algo especial: uno encuentra en él lo que está buscando y se ve reflejado allí, porque es un autor tan inmenso, tan oceánico…”, contó Bertol respecto de este singular acercamiento a una parte de la obra del Bardo.
Y con relación a esta particularidad que según el crítico y teórico polaco Jan Kott, “uno encuentra en Shakespeare aquello que busca o quiere ver”, profundizó: “Esa es una posibilidad que sin lugar a duda tiene en parte su obra, donde podemos encontrar lo que necesitas encontrar. Le hacés decir eso que vos necesitás decir en una obra. Y como él lo dice todo de una manera tan maravillosa, ahí se cruzan los dos deseos. Nosotros, insisto, también hemos encontrado allí lo que estábamos buscando. Y vamos a probarlo, vamos a buscar esa complicidad en los espectadores para que veamos entre todos cómo flotan estos poemas en nuestros personajes. Y la particularidad de que hay actores y periodistas, algo que me resulta muy interesante porque es un cruce que nos da otras posibilidades de cómo y dónde decir un texto y eso enriquece muchísimo nuestra búsqueda”.
“A estos Sonetos de Shakespeare los vamos a presentar como una experiencia piloto, como una forma de abordaje para, luego de estas dos funciones que haremos este sábado 18, que van a ser muy iniciáticas, porque van a contener todo el caos y por momentos el desconcierto, y también por momentos quizás encontremos lo que estamos pensando o buscando que pueda llegar a ser, vamos a profundizar en esa forma de trabajar sobre la estructura de la intimidad que ya hemos propuesto en proyectos anteriores como Lo mismo que el café o Heroínas”, profundizó Bertol.
Desmesura poética
“Shakespeare escribió estos estos textos en 1609, en un verano en el que retorna y termina exiliándose en Stanford, su ciudad natal. Allí, según sus historiadores, parece ser que se enamora perdidamente. Pero hay discrepancias entre sus estudiosos acerca de si se enamora de una bella mujer oscura o si se enamora de un joven labrador, también de una gran belleza. En realidad, eso no importa. Lo que importa en este caso son los textos que surgen a partir de este apasionado enamoramiento de Shakespeare y que, como un personaje de sí mismo, cae en la desmesura y es arrollado por el deseo, a diferencia de Chejov donde todos sus personajes, por lo general, se encierran en su propio deseo y no pueden salir de allí cayendo en la inmovilidad y en la falta de tragedia”, contó Bertol, dramaturgo, director y docente.
Y sumó, reconociendo el peso de un autor que en ciernes es el imaginario mismo del teatro a nivel planetario: “Estos Sonetos son editados por primera vez sin la autorización de Shakespeare. Fue en un momento que en Londres había una gran epidemia y un imprentero y un librero ven la posibilidad de vender estos textos de la mano del prestigio que ya tenía Shakespeare, pero en plena pandemia donde no había teatros, donde todos los elencos se habían desarmado y algunos habían salido de gira por pequeños pueblos. Sin embargo, no se venden, no funcionan; se venden muy pocos ejemplares y finalmente caen en el olvido. Tuvieron que pasar unos 200 años para que estos Sonetos fueran rescatados por músicos, poetas, escritores, pintores, actores y empieza allí a construirse el camino de estos textos a ser considerados con el tiempo una obra de culto y así van ganando un gran prestigio dentro del habla inglesa como algunos de los más bellos poemas que existen”.
Funciones y circuitos
Organizados en circuitos de a tres, cada espectador, según la disponibilidad, podrá elegir para las funciones de este sábado 18 la entrada para el recorrido que prefiera.
Noches poéticas en La Usina: Vol. 1-Shakespeare ofrecerá dos funciones con elencos diferentes. Función de las 20.30, Circuito 1: Alfredo Vivono, Mónica Toquero, Patricia Pareja. Circuito 2: Marcelo Lamberti, Verónica García, María de los Ángeles Martínez. Circuito 3: Violeta Albinolli, Florencia Antonucci, Alejandro Ghirlanda. Circuito 4: Evelyn Torres, Lorena Adario, Fernanda Marchesani. Circuito 5: Estela Grisolia, Adriana Sabbioni, Esteban Cavallero
Por su parte, la función de las 22.30 sumará otros intérpretes a algunos del equipo anterior. Circuito 1: Alfredo Vivono, Mónica Toquero, Patricia Pareja. Circuito 2: Marcelo Lamberti, Verónica García, María de los Ángeles Martínez. Circuito 3: Miguel Passarini, Lucila Román, Pato Cattaneo. Circuito 4: Gisela Sogne, Pedro Squillaci, Arlen Buchara. Circuito 5: Andrea López Mediza, Marcelo Gianserra, Patricia Dibert.
Para agendar
Noches poéticas en La Usina: Vol. 1-Shakespeare se concretará este sábado 18 de octubre en La Usina Social (Jujuy 2844). Apertura de puertas a las 19.30, con funciones a las 20.30 h y 22.30. Las entradas se encuentran disponibles ACA.