Luego del 10 de diciembre próximo, el Concejo Deliberante de Rosario vivirá una mutación significativa que traerá aparejada una alteración en la correlación de fuerzas dentro del cuerpo legislativo más importante de la ciudad. Habrá cambios para todos los gustos, tanto a la derecha como a la izquierda del tablero político. El reacomodamiento de los bloques obligará a todos los actores a sumar nuevos interlocutores con el fin de coordinar estrategias parlamentarias para aprobar o bloquear la sanción de ordenanzas.
El recambio de bancas afectará mayoritariamente al oficialismo, que pasará de 15 a 11 y perderá la mayoría automática y el quórum propio. Para la oposición la ecuación es más compleja. Por un lado, el peronismo atravesará un proceso de recambio heterogéneo que le presentará como principal desafío la consolidación de una unidad lo más amplia posible. Por el otro, el arribo de La Libertad Avanza (LLA) como partido oficializado a nivel nacional tras las gestiones de Karina Milei añadirá un condimento jugoso al Palacio Vasallo por la centralidad de su principal referente, el presidente de la Nación.
Pero la norma general de esta transformación será la aparición de caras nuevas en la política rosarina. De los 13 concejales que finalizan su mandato en diciembre, solo tres consiguieron la renovación: Juan Monteverde y Norma López, por la lista de Más Para Santa Fe, y Ana Laura Martínez, por Unidos. Otros tres lo intentaron pero quedaron en el camino. Lisandro Cavatorta y Julia Irigoitia no alcanzaron el mínimo para obtener bancas con la lista de Erre, Resolver Rosario. Marisol Bracco quedó relegada al noveno lugar en la grilla de Unidos, muy lejos de los primeros puestos que sí obtuvieron un lugar.
Los demás siete no aspiraron a la renovación de su asiento: Mariano Roca y Nadia Amalevi (Arriba Rosario), Agapito Blanco (Juntos por el Cambio), Carlos «Charly» Cardozo (PRO), Verónica Irizar (socialista), Hernán Calatayud (Volver a Rosario) y Jesica Pellegrini (Ciudad Futura).
El desafío de mantenerse unidos
Desde mucho antes de que se conociera el resultado de la elección del 29 de junio pasado, se descontaba que el interbloque oficialista Unidos sufriría una merma importante de escaños. Eso se daba porque las ocho bancas que ponía en juego el espacio del intendente Pablo Javkin habían sido obtenidas en las elecciones de 2021, antes de la gran confluencia. En 2023, el espacio de Miguel Ángel Tessandori, Volver a Rosario, y el PRO se aliaron al Frente Amplio Progresista para dar nacimiento a Unidos. Finalmente, la nómina oficialista consiguió más del 25 % de los votos, lo cual le garantiza retener cuatro lugares en el recinto.
El intendente jugó fuerte en la elección municipal y puso a una de las suyas como cabeza de lista, buscando revalidar su gestión. Carolina Labayru dejará la Secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana para sumarse al bloque más oficialista entre los oficialistas, Arriba Rosario, conformado mayoritariamente por integrantes del partido de Javkin: Creo.
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Pero, además, al espacio lo integra una figura central del Concejo, María Eugenia Schmuck, presidenta del cuerpo desde finales de 2019. Schmuck, pese a que pertenece al radicalismo, se mantuvo cercana al intendente desde el comienzo de su gestión. Y no oculta sus intenciones de competir por el Palacio de los Leones en 2027, aún sabiendo que en esa contienda pueda haber varios postulantes.
Por eso, el rol que desempeñe Schmuck conduciendo el cuerpo legislativo puede ser determinante en sus aspiraciones para desembarcar en la Municipalidad.
Diferencias dentro del oficialismo
Al Palacio Vasallo también arribará Damián Pullaro, el hermano del gobernador. Este ingreso representará el arribo del pullarismo duro a Rosario, pero todavía no está clara la estrategia que desplegará el espacio en el Concejo. Anahí Schibelbein, edila que también llegó de la mano del jefe de la Casa Gris, aunque en 2023, le propuso sumarse a su bloque, denominado hasta el momento Radical. De todos modos, el javkinismo aún trabaja para sumar a los dos pullaristas a un bloque amplio alineado con el intendente.
En el Concejo también están representados otros dos partidos de la coalición oficialista. Ambos se mantendrán contenidos bajo el paraguas de Unidos pero con estrategias diferentes. El socialismo se ha resistido en el último tiempo a acompañar algunas de las iniciativas del intendente y evidenció sus diferencias con la gestión. Ese bloque tendrá una baja en diciembre y quedará integrado por Federico Lifschitz, Alicia Pino y Manuel Sciutto.
concejo palacio vasallo
Trece nuevos ediles desembarcarán en el Palacio Vasallo.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital.
Por su parte, el PRO se mantiene más cercano a Javkin y confronta abiertamente con la oposición dura a través de Cardozo. Pese a que supo poblar el recinto de bancas amarillas y llegó a ostentar la presidencia del cuerpo en 2017, el partido liderado por Mauricio Macri solo contará con el monobloque de Martínez.
La última ficha del rompecabezas de Unidos es Pablo «Gato» Gavira. El periodista deportivo arribó a la política por el partido evangélico UNO, liderado en la provincia por Walter Ghione. Por las diferencias de perfil y procedencia con sus compañeros de alianza, Gavira podría terminar armando su propio monobloque.
El panperonismo en medio de una ruptura inesperada
En la oposición, el peronismo y sus aliados tendrán el segundo número más importantes de ediles, pero el todo podría no ser igual que la suma de las partes. Ciudad Futura mantendrá sus cuatro bancas, número que concuerda con el promedio histórico del partido en el Concejo.
A Juan Monteverde y Julián Ferrero se sumará Antonio «Toni» Salinas, señalado como el cerebro detrás de las estrategias electorales. Pero podría ocurrir que Caren Tepp tenga que renunciar a su banca para asumir como diputada nacional si resulta electa. En ese caso, su lugar le correspondería a Agustina Gareis, militante de Amsafé, quien deberá resolver si se une al bloque rojo o toma otro camino.
El Movimiento Evita ganará músculo en el recinto. Tendrá tres espadas propias en la legislatura municipal. Pablo Basso y Majo Poncino secundarán al presidente del bloque propio, Mariano Romero. La novedad es que no se concretará la fusión de los integrantes de Rosario sin Miedo en un mismo bloque. El vínculo entre Ciudad Futura y el Evita colapsó luego de que el cierre de listas para diputados nacionales de Fuerza Patria dejará en primer lugar a Tepp y relegado Eduardo Toniolli, quien buscaba revalidar su banca.
La moda de los monobloques
En este lado del recinto se encuentran además tres concejalas con libre albedrío. López, del partido Comunidad, aún forma parte de la alianza Rosario sin Miedo, aunque el destino del frente es incierto. Pese a que muestra vocación de unidad, se encamina a formar un monobloque. El mismo camino podrían tomar María Fernanda Rey y Fernanda Gigliani. Rey quedará sola dentro del bloque Justicialista ya que sus dos compañeros, Irigoitia y Cavatorta, dejan su asiento. Gigliani fue siempre cuentapropista y se refugió en su monobloque Iniciativa Popular. No obstante, compartió listas con el resto del peronismo y articuló dentro del recinto.
Leonardo Caruana también va camino a continuar por la suya. El exsecretario de Salud del municipio permanece en su monobloque llamado Frente Amplio por la Soberanía (FAS) desde que asumió en 2023.
El desembarco de La Libertad Avanza
La novedad principal del bienio 2026-27 será la incorporación de La Libertad Avanza en el Concejo. Los libertarios sumarán cuatro bancas oficiales al cuerpo, tras haber obtenido el segundo lugar en las elecciones intermedias. Aún así, antes de asumir, ese grupo ya evidencia fisuras internas. Juan Pedro Aleart saltó de la pantalla chica al barro político, respaldado por Patricia Bullrich. Es por eso que el periodista, junto a la concejala Samanta Arias, se encuentran ligados al ala del PRO que se vistió de violeta. Por otro lado, están los ediles que mantienen mayor cercanía con Romina Diez, Lautaro Enriquez y Anabel Lencina. La diputada nacional fue una de las impulsoras primarias del libertarianismo en Santa Fe y eso valió hacerse con una de las bancas que LLA obtuvo en 2023.
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Las diferentes terminales a las que responden los espacios no necesariamente obturan las posibilidades de llegar a un acuerdo para confluir en un único bloque en el Concejo, pero en la tropa bullrichista creen que esa decisión corresponderá a “los dueños del partido”.
Además, dos concejales adeptos a las ideas del presidente ya aguardan en el Concejo. Franco Volpe y Sabrina Prence consiguieron sus bancas representando a Javier Milei en 2023, antes de que se nacionalizara el partido oficialmente. El ideal de ambos también es compartir un bloque amplio que los contenga a todos pero consideran que la pelota está en el campo de Diez, de íntimo vínculo con Karina Milei.