Benjamín Vicuña se ha convertido en uno de los grandes focos de conversación dentro de la farándula. Y no por los constantes guiños que sus fans le hacen con Pampita o por su actual novia Anita Espasandín, sino por el escándalo que explotó la China Suárez en su contra. Una guerra que al menos por ahora parece estar lejos de terminar.
Si bien es cierto que Vicuña está disfrutando de sus dos hijos -Magnolia y Amancio- tras haber pasado 20 días en Turquía, lo cierto es que su relación con la China sigue siendo al menos muy tensa. Ambos se hablan y cierran acuerdos por sus pequeños mediante abogados, pero el disparador de todo este conflicto fue aquel posteo que la actriz hizo en su contra, acusándolo de infiel, adicto y hasta mal padre.
Con todavía mucho camino por recorrer en cuanto a acuerdos legales y diferentes permisos de viajes para sus hijos, este fin de semana salió a la luz una entrevista que Benjamín dio con Tatiana Schapiro para Infobae. Allí, el chileno se confesó como pocas veces sobre el verdadero sentir que tiene con sus pequeños viviendo a 13 mil kilómetros en Turquía, pero sobre todo habló de su tensa relación con la China y la acusación de “mal padre” que recibió por parte de ella.
Cuando la periodista le preguntó a Vicuña si cree que con la China llegará a tener una relación fluida y armoniosa como sucede con Pampita, el actor se sinceró: “Tuve una muy buena relación. Tuvimos una relación de respeto, de armonía, de cariño. De lealtad. Una lealtad que se transforma pero de lealtad. De búsqueda, de encontrar ese famoso bienestar: voy, vengo, vas, viene, te paso, te doy, busquémosle la vuelta siempre. Tuve, claro, eso, muchos años de esa nueva forma de amar, ¿no? Cuando uno se encuentra con este nuevo vínculo que es ser familia y ex pareja”.
EL DOLOR DE BENJAMÍN VICUÑA POR EL ESCÁNDALO CON LA CHINA SUÁREZ POR SUS HIJOS
Entonces diferenció obviamente el vínculo que hoy tiene con la China, explicando que algo se rompió de toda esa dinámica: “No es que compare una con otra, pero tuvimos una dinámica, una gran familia. Hoy no voy a entrar en detalles pero obviamente que hay algo ahí que vivió un impacto muy grande… pero, nada, esperar que el tiempo ordene un poquito las cosas”.
Schapiro le consultó a Vicuña si el calificativo de “mal padre” lo dañó, a lo que explicó: “Mucho, sí. Es raro. Supuestamente te debería decir no, porque seguramente es una de las cosas si no lo más importante de mi vida. Me siento tremendamente identificado, representado con la paternidad. Me interpela. Me moviliza. No solo por mis seis hijos, por Blanca, por mi historia, sino porque realmente es mi día a día. Entonces me pareció algo muy extraño. No lo voy a justificar, tampoco quiero ahondar en eso ni generar con esto una tendencia ni un comentario”.
Resaltando su rol como un padre que realmente se ocupa y distanciándose de las acusaciones de Suárez en ese recordado posteo, Vicuña se defendió: “Me ocupo y me preocupo justamente de ese vínculo y de ser familia. Soy papá hace 20 años y he ido viviendo los diferentes procesos. Con Amancio volví, tuve como un revival. Es hermoso. Yo siempre voy a hablar de mis hijos porque son mi vida, son mi motor, son mi ilusión”.
Y entonces analizó la fuerte exposición mediática de los menores, con un dardo a la pasada a la China: “Me preocupa que por momentos este año pasaron a ser el foco de atención o a tener un nivel de protagonismo que no me gusta. No me parece. No delego toda la responsabilidad a otros o a otras, sino qué estoy haciendo yo mal también. ¿Qué fue, fue que hablaste mucho de ellos, fue que los hiciste parte? Claramente no porque yo llevaba 20 años con una misma dinámica y de repente todo esto explotó. Quizás fueron un par de factores que hicieron que esto se fuera un poco de lo normal. De lo que ya veníamos como acostumbrados. Ojalá que todo vuelva un poquito a su lugar”.
Tras confirmar que la relación con la China sigue mediante abogados, Vicuña también se tomó un minuto para explicar que, a pesar de esta pelea, confía en el rol de madre de ella: “Eugenia es una muy buena mamá. En ese sentido yo estoy tranquilo. Jamás puse en duda su maternidad, su forma de maternar, ni mucho menos”. Así, se diferenció de la horrible actitud que la actriz sí tuvo con él.
Y explicó de dónde viene el trasfondo de haber negado los permisos para que sus hijos viajen a Estambul, y cómo todo se va resolviendo de a poco: “Esto lejos en su momento se dio una cosa distorsionada, tergiversada, más que una lucha de quedarse o no quedarse con sus hijos, sino que sencillamente fue una situación de viajes, de organización doméstica, privada, donde en un momento por una situación que a mí me parecía… como colegios, etcétera, sentí la necesidad de parar la pelota y decir ‘charlemos, no tengo las cosas claras’”.
“Había cosas que me enteraba por los medios, cosa que realmente era muy extraño todo. Y explotó una cosa que claramente tiene y tuvo consecuencias. Pero jamás, jamás tuve esa duda. Y por lo mismo puedo tener esta charla, puedo estar tranquilo y no enloquecer, porque sé que mis hijos están bien”, sentenció Vicuña, con muchísima altura y contrastando una vez más con las actitudes fuertes que la China ha tenido con él en estos meses.