Un joven que se había escapado de la seccional 21ª de Rosario fue recapturado este martes en la zona sudoeste de la ciudad. Se trata de Francisco Benjamín Torrén, quien había logrado evadirse de la dependencia policial este lunes y permanecía prófugo desde entonces. El recapturado tiene lazos de sangre con un exjugador de Newell’s.
Según fuentes policiales, efectivos de la fuerza desplegaron tareas investigativas en inmediaciones de 27 de Febrero y Colombres, donde finalmente lograron interceptar y detener al sospechoso. Tras la aprehensión, Torrén fue trasladado nuevamente bajo custodia a sede policial.
La evasión había encendido las alarmas en la comisaría y motivó un operativo de búsqueda en distintos puntos de la ciudad. Con la recaptura, las autoridades iniciaron ahora una investigación interna para establecer las circunstancias en las que se produjo la fuga.
No es la primera vez que aparece el apellido del evadido en las crónicas policiales y cuando la noticia de la fuga comenzó a circular rápidamente se ligó al Francisco con la familia del ex jugador de Newell’s Miguel Torrén, que desde hace 15 años suma tragedia tras tragedia vinculada con la violencia de Rosario.
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Una familia de crónicas deportivas y policiales
Miguel Torrén es oriundo de Villa Constitución, pero iniciado futbolísticamente en Newell’s. Con tan solo 16 años saltó a la cancha y debutó con el primer equipo. Todo era alegría en una familia repleta de hermanos, pero que tenía un día a día conflictivo.
Francisco Torrén, sobrino de Miguel, se suma a la lista de familiares mencionados en crónicas policiales y causas judiciales, aunque con un destino menos trágico que el resto. Desde el primer hecho en 2010, cuatro hermanos de Miguel murieron en diferentes episodios, con distintas mecánicas de ataque, pero con la misma violencia.
Miguel no pudo asentarse en Newell’s a pesar de ser titular inamovible en el Apertura 2007 con Nery Pumpido como entrenador y a fines de 2008 partió rumbo a Paraguay para jugar en Cerro Porteño hasta 2010, año que sufrió la primera pérdida.
De allí se tuvo que volver de un día para el otro cuando le avisaron que su hermano Walter, de 32 años, había sido asesinado.
Ocurrió el sábado 24 de abril de aquel año, a la vera de una canchita de la zona de Qompi y Aborígenes Argentinos, donde el muchacho participaba de un torneo que organizaba la comunidad Toba y reunía a 49 equipos. La reconstrucción de aquel hecho, ya lejano, indicó que Torrén y un hombre identificado como Omar L. se trenzaron a golpes al costado de la cancha y a medida que la gresca se intensificó terminaron dentro del campo de juego.
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Según trascendió en ese entonces, un allegado a la otra persona que vivía en una casa aledaña a la cancha, se interpuso en la pelea con un arma en mano y disparó contra Torrén. El balazo le entró por el omoplato y le generó la herida por la que terminaría muerto.
Luego del crimen el barrio Toba vivió horas de mucha tensión. El sindicado como homicida tuvo que escapar del barrio y un día después fue baleado el dueño de la casa de la que había salido esta persona.
Walter Torrén había pasado seis años de prisión en Coronda. Luego se había dedicado a vender choripanes y hamburguesas en un carrito con el que solía trabajar los días de partidos en la cancha en la que lo mataron. Apenas pudo viajar desde Asunción, su hermano Miguel, quien fue uno de los jugadores más jóvenes en debutar en la primera leprosa y que lleva nueve años como estandarte de la defensa de Argentinos Juniors, llegó a Rosario para despedirlo.
Diez años después
Poco más de una década después, Miguel se había quedado en Argentino Juniors donde vivió momentos buenos y malos con el club de La Paternal. Era el 2020 y la pandemia todavía atravesaba a todo el país y la familia Torrén sufrió el asesinado de otro hermano del exfutbolista rojinegro. Gabriel Francisco Torrén, que tenía 36 años y tres hijos pequeños, apareció muerto a golpes la medianoche del jueves 21 de mayo de 2020. Fue en pasaje Rolla al 4000, a 300 metros de donde este miércoles balearon a Luis.
De inmediato trascendieron dos versiones en relación al asesinato. Una de ellas sugería que lo habían matado dos hermanos por una pelea desatada a partir de la división de dinero por la venta de una casa. Pero luego un familiar de la víctima y una vecina denunciaron que Gabriel había sido agredido por agentes del Comando Radioeléctrico que habían llegado al lugar por un llamado al 911.
Después del hecho el fiscal Miguel Moreno ordenó la detención de dos hermanos del futbolista y pidió la intervención de la Agencia de Control Policial para revisar la manera en la que habían intervenido los seis efectivos del Comando que participaron del operativo.
La pareja de la víctima contó que el hombre pasó sus últimos tres días de vida evadiendo a sus hermanos. Incluso llegó a avisarle que lo querían matar, todo a raíz de la discusión por el reparto de dinero de la venta de una vivienda. El 21 de mayo lo encontraron pasadas las 22 en la zona de Rolla al 4000, a unos tres kilómetros de su casa.
Dos crímenes más
La tercera víctima del entorno de Miguel fue Luis, de 43 años, que fue baleado por dos personas que se movían en moto el 25 de agosto de 2021. La víctima recibió tres disparos cuando estaba en la puerta de su casa de Puerto Argentino al 4200, en el sudoeste rosarino. Este violento episodio se produjo a cuatro cuadras de donde mataron a Gabriel Torren.
Tras el ataque, la víctima fue traslada al Heca, donde fue intervenido quirúrgicamente, pasó 12 días internado hasta que no resistió y falleció. Miguel ya llevaba la cinta de capitán en Argentinos Juniors y venía de jugar la Copa Libertadores con el Bicho.
Por último, José Sixto Torrén, de 42 años, fue asesinado tras recibir cinco balazos en su casa de bulevar 27 de Febrero al 7700 el sábado 28 de mayo. Un grupo de al menos cuatro personas llegaron al lugar con dos motos, lo llamaron por su apodo «Coki» y gatillaron.
Luego de ese crimen, Miguel que venía de ser titular en Argentinos emprendió la vuelta para Santa Fe y eligió ponerse la camiseta de Unión, donde jugó por dos temporadas.
En 2025, al defensor se lo encuentra en el equipo boliviano de Bolivar y este 2 de septiembre su familia volvió a estar involucrada en un hecho policial, con la fuga y recaptura de su sobrino Francisco.