El financiamiento a las pymes mediante los avales de las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) empezó a sentir el golpe que generó la volatilidad cambiaria y de las tasas de interés. Analistas locales e internacionales explicaron que el «entorno operativo desafiante», sumado al contexto recesivo que atraviesa el entramado productivo, «ejerce presión sobre la capacidad de pago» de las pequeñas y medianas empresas.
Consultado por Ámbito, el CEO de la plataforma de financiamiento empresarial Finvoi, Pablo Sanucci, explicó que «las SGRs venían avalando mayoritariamente préstamos bancarios a mediano plazo y otorgaban aproximadamente el 70% de sus avales en esta operatoria». Sin embargo, agregó que «ante la volatilidad de tasa, los avales para préstamos han disminuido significativamente, porque las empresas no quieren tomar préstamos a mediano plazo a estas tasas«.
Y sostuvo que, «paralelamente, se han incrementado mucho los avales para operaciones de corto plazo en el mercado de capitales, ya que las tasas que se están obteniendo ahí son mejores que en los bancos».
Los adelantos en cuenta corriente para empresas pasaron de un promedio de 36% en junio, a tocar un máximo de 93% el lunes de la semana pasada, según estimaciones de GMA Capital.
Tasas volatilidad GMA Capital
GMA Capital
De acuerdo a datos del Mercado Argentino de Valores (MAV), las tasas de referencias de Cheques de Pago Diferido (CPD) correspondientes al segmento avalado se encuentra en torno al 47,98%, mientras que en julio el promedio era de 39,59%. «No obstante, nosotros siempre resaltamos que la tasa no es un factor determinante en el acceso al mercado de capitales», aclararon desde MAV a Ámbito.
Por su parte, la especialista en desarrollo productivo Agostina Monti Salías explicó a este medio que «una de cada tres pymes hoy se financia vía avales de las SGR». Y consideró que «previo a este último mes de alta volatilidad, ya se tenía una tasa del 40%, que era bastante prohibitiva también. Sobre todo en un contexto de recesión, cuando las empresas necesitan tener un financiamiento adecuado para capital de trabajo».
Opinó que actualmente «las pymes están quedando sin herramientas de financiamiento razonables en un contexto de recesión, y el sistema de SGRs, que les daba un poco de oxígeno para que muchas empresas chicas y medianas puedan mantenerse, hoy ya no puede ofrecer ni tasas«.
El impacto sobre la cadena de pagos
En un reciente informe de la calificadora de riesgo internacional Moody’s, se trató la situación de las SGRs. Allí explicaron que «a partir de la eliminación de las LEFIs como instrumento para administrar la liquidez inmediata en el sistema bancario, las tasas en pesos presentaron una elevada volatilidad que de continuar implicará un incremento en el costo de financiamiento para las MiPyMEs«.
Plantearon que «un entorno operativo desafiante de menor liquidez en el mercado de capitales local, con mayores costos de financiamiento, ejerce presión sobre la capacidad de pago de las MiPyMEs avaladas».
En este sentido, mencionaron que los CPD avalados «continúan siendo una alternativa de financiamiento para las MiPyMEs, principalmente para su manejo de liquidez», por lo que «una presión a la suba de la tasa de interés impactaría en la generación de flujo de las MiPyME».
Al respecto de esta situación, el ex director nacional de política industrial, Leandro Mora Alfonsín, citó a Ámbito el reciente caso de una empresa de electrodomésticos de menos de 10 empleados: «Sos una pyme y te pagan $1.000.000 con un cheque a 30 días. Estás corto de efectivo y necesitas la plata ahora para pagar sueldos de tus empleados. Vas a una financiera y te aceptan el cheque a una tasa de descuento de 125% (más impuestos). De $1.000.000 te quedan poco más de $800.000«.
Morosidad y enfriamiento de la economía
Moody’s proyectó que para los próximos meses «el volumen de garantías emitidas por el sistema de SGR siga su tendencia de aumento, aunque a un menor ritmo». Sin embargo, advirtió que «las SGR deberán optar por criterios de suscripción conservadores en un contexto en el que los indicadores de morosidad del sistema financiero están al alza«.
Por su parte, Salías comentó que «ya se están estirando los pagos, sobre todo entre industrias y comercios», pero aclaró que no se constató su vínculo con un aumento de la morosidad, aunque sí con «una caída de la actividad económica que se está profundizando». Se trata de una variable que también se está siguiendo en los despachos del equipo económico.
La volatilidad en las tasas de interés pone en riesgo al crédito y, en consecuencia, la actividad económica, algo admitido por el propio ministro de economía, Luis Caputo. Uno de los ejemplos más claros de esta dinámica lo brindaron las cauciones, cuyo rendimiento a un día trepó por encima del 80% este lunes y este martes se mueve en torno al 49%.