En el corazón de Silicon Valley no solo se fabrican los últimos y más sofisticados dispositivos, incluso aplicaciones móviles: también se cocina a fuego lento una ideología muy marcada.
Basada en el racionalismo y el libertarianismo, pone por encima de todo la eficiencia, la razón y la libertad individual, rechazando cualquier intromisión del Estado. Bajo esa lógica, se asume que las personas, en su fuero más íntimo, siempre toman la mejor decisión posible.
El problema es que esa visión, tan seductora para muchos emprendedores y tecnólogos, fue refutada una y otra vez desde la filosofía, la economía, la psicología, la ciencia política y la sociología. Aun así, sobrevive en blogs, foros y subreddits como si fuera una verdad incuestionable.
Esa teoría más que discutible, que resulta peligrosa, tomó forma en los últimos tiempos. Un grupo tildado de secta e incluso organización terrorista, llamado Zizians, fueron acusados de al menos seis asesinatos y personalizaron el ejemplo perfecto de cómo las ideas extremas de Silicon Valley pueden terminar muy mal.
¿Quiénes son los Zizians?
Los Zizians son un pequeño colectivo de racionalistas unidos por una serie de creencias compartidas. Aunque en ocasiones fue descrito como una comuna o una secta, lo más acertado sería considerarlos un grupo informal. Comparten creencias, pero tienen una estructura difusa donde no existen jerarquías ni obligaciones explícitas dentro del grupo.
Ideológicamente, los Zizians se declaran veganos anarcotranshumanistas. Eso significa que, además de no comer nada que provenga de un animal, consideran que consumir cualquier clase de producto animal es una violación ética terrible. Bajo el prisma de los Zizians, toda la vida sintiente es sagrada y debe ser protegida a toda costa, especialmente contra el peligro inherente que supone la IA.
En el plano espiritual, sus creencias se definen como “Sith veganas”. Sí, Sith, como los villanos que se enfrentan a los Jedi en el universo de Star Wars. En palabras de Ziz LaSota —considerada, por consenso externo más que interno, su líder intelectual—, la lógica detrás de esta referencia es la siguiente: “En el fondo, los Sith hacen lo que quieren. Eliminan cualquier obstáculo que se les interponga”. Algo que define perfectamente la filosofía de la acción de este grupo.
Otro aspecto importante del pensamiento de los Zizians es que son altruistas eficaces. El altruismo eficaz es un movimiento social que afirma que toda cuestión ética debe someterse a un cálculo imparcial de su importancia y su coste, actuando sobre ella en consonancia. O, como diría uno de sus mayores defensores, el pensador Peter Singer, en el libro Philosophy & Public Affairs (1972) “si está en nuestra mano impedir que algo malo ocurra, sin que por ello sacrifiquemos nada de importancia moral comparable, estamos moralmente obligados a hacerlo”.
¿Qué significa eso? Para empezar, que los altruistas eficaces tienen enconadas discusiones sobre cuáles son los problemas éticos más graves que deben tener prioridad sobre los demás. Tienen una clara jerarquía sobre qué debe preocuparnos y que no. Y, bajo esta lógica, es posible llegar a conclusiones éticas profundamente discutibles (y disparatadas).
Por ejemplo, no es raro encontrar dentro del movimiento posturas que consideran que la desigualdad social, la pobreza extrema o incluso el cambio climático son asuntos menores en comparación a una amenaza que parece mucho más especulativa: la posibilidad de que una inteligencia artificial se vuelva loca y destruya a todos los seres sintientes. Esto es, exactamente, lo que defienden los Zizians.
Para este movimiento, el basilisco de Roko es una posibilidad real. Este experimento mental, surgido en el foro LessWrong —una comunidad online de racionalistas muy vinculada a la cultura tecnológica de Silicon Valley— plantea una hipótesis inquietante: si en el futuro llegara a existir una inteligencia artificial omnipotente y altamente racional, incluso aunque fuera benevolente, podría castigar a quienes no contribuyeron a su creación. Incluso de forma retrospectiva.
Esta premisa presupone la existencia de una IA tan avanzada que posee una inteligencia equivalente o superior a la humana. Pero los Zizians creen que, debido a la posibilidad de que esta IA pueda llegar a existir, la única postura ética razonable es defender de forma activa a todas las entidades sintientes. Incluidos los animales. De ahí que sean veganos y anti-IA.
Pero, ¿por qué piensan que puede existir esta IA loca? La respuesta más evidente y equivocada, que los convertiría en unos racionalistas bastante pobres, es la de la apuesta de Blaise Pascal. Este filósofo afirmó que creer en Dios es una apuesta: si existe, creer en él nos garantiza ir al cielo; si no existe, creer en él no nos repercute negativamente en esta vida. Esto puede aplicarse de igual modo a esta IA superavanzada que, para el caso, sería como un dios.
Sin embargo, los Zizians no creen que sea una apuesta. Creen que si la IA existe, puede llegar a determinar el pasado por sí misma. Porque además, los Zizians también creen en la teoría de la decisión atemporal.
Esta teoría es otra postura racionalista, sin base lógica alguna, que afirma que todas las decisiones que tomamos influencian el pasado. O para ser exactos, cada decisión que tomamos, si es considerada de forma sensible, nos permite predecir cómo se sucederán los eventos en el futuro. Haciendo que las decisiones más racionales, más óptimas, no sean necesariamente las más evidentes.
Si bien la teoría tiene usos potencialmente interesantes, no tiene en consideración que los seres humanos no somos perfectamente racionales; un elemento que lo cambia todo. Sin embargo, claro está, los Zizians no creen así. Ellos piensan que sí son perfectamente racionales. Y, bajo ese prisma, creen que la existencia de una superinteligencia artificial que acabará destruyendo a todos es una inevitabilidad, a menos que se actúe de forma consciente y premeditada.
Ziz LaSota, la ideóloga tras los Zizians
Si los Zizians están tan convencidos de que tienen razón en sus lecturas del futuro es porque la mayoría provienen del mundo de la informática: son de la esfera de Silicon Valley. Generalmente, se ha identificado como su líder a Ziz LaSota, aunque sería incorrecto denominarla como tal. El grupo no tiene una forma centralizada ni un liderazgo en sí mismo.
Influenciada por los foros de LessWrong y por el libro Harry Potter y los métodos de la racionalidad de Eliezer Yudkowsky, LaSota estudió ingeniería informática y trabajó en la NASA, pero progresivamente se sintió cada vez más y más alienada de su entorno.
De hecho, la historia de todas las personas involucradas con los Zizians podría resumirse en un mismo patrón. Individuos en apariencia exitosos dentro del mundo de la informática y la tecnología, que terminan influenciados por foros y blogs racionalistas. Allí experimentan un profundo desencanto, provocado por la falta de sensibilidad hacia las personas transgénero y los animales, al tiempo que se sienten excluidos de una sociedad regida por una economía injusta y una Silicon Valley obsesionada únicamente con el desarrollo de la inteligencia artificial.
No debería extrañarnos, por lo anterior, que entre los Zizians haya una gran desafección por las normas sociales. Es un colectivo compuesto mayoritariamente por personas trans o no-binarias racionalistas y anarcoveganas, incluso dentro de círculos racionalistas se les considera radicales o un culto del fin del mundo. No sin motivos.
Además de sus ideas sobre la IA y cómo es un peligro existencial para la humanidad, también consideran que los hemisferios del cerebro tienen diferentes géneros y pueden tener intereses en conflictos. Eso los llevaron a practicar sueño unihemisférico, una forma de deprivación del sueño donde medio cerebro permanece dormido y el otro despierto, lo cual considera que les ayuda a su causa. Pero, evidentemente, no es algo que suela salir bien.
Un miembro del grupo, de nombre Maia Pasek, se suicidó en 2018 a causa de la práctica del sueño unihemisférico. Según LaSota, esto no solo se debió a que no practicara correctamente esta clase de ejercicio, sino que además demuestra su efectividad, ya que, según LaSota, “el lado femenino de Pasek era suicida a causa de los dolores de ser trans”.
Si hasta aquí los Zizians suenan como un grupo perfecto para un documental de true crime si se les da la más mínima oportunidad, no debería sorprender que, de hecho, podrían serlo. Porque, como dijimos al principio, están involucrados en al menos seis muertes conocidas, sin contar la muerte de Maia Pasek.
Tras un periodo viviendo en un motor-home, hacia finales de la década de 2010 los Zizians optaron por mudarse a remolques y camiones de carga adaptados. En ese contexto, Curtis Lind —un jubilado que operaba un terreno en Vallejo, California— les ofreció reubicarse allí.
La convivencia transcurrió sin mayores sobresaltos hasta la pandemia de COVID‑19: los Zizian presuntamente dejaron de pagar el alquiler y pusieron candados en remolques de otros inquilinos. Lind demandó al grupo por el retraso del alquiler y un miembro del grupo le amenazó con un cuchillo, comenzando así las hostilidades entre ambas partes.
Dos años después, el 15 de noviembre de 2022, llamaron a Lind para arreglar una fuga de agua. Entonces, recibió varios golpes en la cabeza, repetidos apuñalamientos que le dejaron alrededor de 50 heridas punzantes y cortes severos en la nuca “como si alguien intentara cortarme la cabeza”, en sus propias palabras. Los cortes se hicieron con una katana.
Tras tenerlo en el suelo, con heridas terribles por todo el cuerpo, lo empalaron con la misma katana con la que intentaron decapitarlo con éxito, solo para después apuñalarle hasta en tres ocasiones con un objeto punzante en el ojo derecho, dejándolo ciego de dicho ojo.
Milagrosamente, no solo sobrevivió, sino que logró recuperar el conocimiento a tiempo para confrontar a sus asaltantes. Disparando a dos de ellas, logró matar a Emma Borhanian, de 31 años, e hirió a la otra, que logró huir. Lind tenía 80 años en el momento del ataque.
No pasaría mucho tiempo hasta que los Zizians volvieran a hacer de las suyas.
El 2 de enero de 2023, la policía de Pennsylvania encontró los cadáveres de Richard y Rita Zakjo, un matrimonio de 72 y 69 años de edad respectivamente. Con una herida de bala en la nuca en el caso de Rita y heridas en la mano derecha y en la sien en el caso de Richard, el forense consideró que estaban ante un caso de asesinato. Su hija era parte del grupo de los Zizians.
El siguiente y último caso asociado con los Zizians es mucho más reciente. Data del pasado 20 de enero de este mismo año. Fue entonces cuando Ophelia Bauckholt, junto con otros miembros del grupo, decidieron viajar a Vermont.
Una vez en un hotel de Lyndonville, un empleado del lugar reportó a las fuerzas de seguridad del Estado que vestían “enteramente de negro, ropa de estilo táctico con equipo protector” y que “aparentemente cargan con una pistolera expuesta con un arma de fuego”. Eso llevó a que agentes de Seguridad Nacional hablara con Bauckholt y otro miembro del grupo, que afirmaron que estaban en la ciudad por asuntos de bienes inmuebles.
Dejaron la ciudad cinco días después. Un agente de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos les dio el alto en la carretera, algo a lo que Bauckholt y su acompañante respondieron iniciando un tiroteo. Este tiroteo se solventó con la muerte de Bauckholt, la de un agente de la Patrulla Fronteriza de nombre David Maland y la herida de otro miembro de este mismo cuerpo de seguridad.
Tras el tiroteo, las autoridades encontraron munición y toda clase de equipo táctico dentro de su coche, además de teléfonos móviles envueltos en aluminio para evitar que estos fueran rastreados. Las armas de fuego del grupo fueron asociados con la munición encontrada en el caso de la muerte de Richard y Rita Zakjo, pudiendo confirmar así la conexión del grupo con la muerte de la pareja.
Varios miembros del grupo han muerto y otros tantos están ya o en prisión preventiva o en espera de juicio. Los que no, están siendo vigilados actualmente por las fuerzas de seguridad del Estado.
Actualmente, los Zizians son considerados una amenaza. No es para menos: Lind, tras sobrevivir a su brutal ataque, fue degollado y apuñalado hasta la muerte a las afueras de su propiedad el 17 de enero de este año, tres días antes del tiroteo con la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos. Se esperaba que Lind fuera un importante testigo contra los Zizians que sirviera con el propósito de mantenerlos en prisión por sus actos.
Aunque en su forma más extrema, la ideología de los Zizians puede ser un resumen de las creencias de Silicon Valley. Por más que los racionalistas hayan querido desvincularse del grupo tras sus crímenes, eso no quita para que provengan de sus filas. Y que no dejen de alimentar sus teorías.
Los Zizians son una demostración más de cómo ciertas ideologías, sustentadas sobre supuestos que no encajan con la realidad material de las cosas, acaban llevando al desastre.
Con información de La Vanguardia.
SL