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Central: fue campeón en la Conmebol 1995, dirige la reserva y está disfrutando de un gran presente

Mario Pobersnik está disfrutando de este momento, que lo encuentra dirigiendo a la reserva de Central que el próximo domingo va a jugar la semifinal del torneo contra San Lorenzo, en Arroyo Seco. Y se siente muy cómodo en el club que fue campeón como jugador en la Copa Conmebol 1995.

A pesar de no ser muy amante de las notas, ante el convite de Ovación se abrió mucho no solamente para hacer un balance del Torneo Proyección sino que tocó varios temas como los procesos en la formación de los jugadores y además recordó se etapa con la camiseta auriazul hace tres décadas donde brindó jugosos detalles y contó algunas anécdotas.

En cuanto al balance con la reserva manifestó: “Es muy bueno. Primero a nivel resultados porque estamos entre los cuatro primeros y podemos llegar muy lejos. Me pone contento estar entre los mejores. Además, hay varios chicos que participaron con nosotros que están en primera y lo posiciona muy bien al club».

La importancia de Ariel Holan en la reserva

«La dinámica del día a día es muy buena porque estamos entrenando con un técnico de prestigio, de renombre y con una gran trayectoria que nos permite a todos aprender cosas como lo es Ariel Holan», continuó. «Que él nos haga buenas devoluciones de los jóvenes que van a entrenar con ellos y que utilice a chicos para participar en los entrenamientos nos pone muy felices porque es nuestro primer trabajo. Por supuesto que los resultados ayudan. Queremos a corto plazo seguir instalando al club en lo más alto y que los chicos se consoliden para jugar en primera. Ese es nuestro mayor anhelo”.

Respecto a su llegada a Central como entrenador contó: “Se produce a través de Federico Lussenhoff. Jugué con el Colo hace 30 años cuando salimos campeones de la Copa Conmebol 1995 y ya nos habíamos cruzado cuando vine con Carlos Tevez en el proceso anterior hace tres años. Luego me llamó para colaborar con Matías Lequi en primera y cuando hubo unos movimientos en primera, me propuso seguir en la estructura del club».

Y continuó: «A partir de este año tengo esta función en reserva. No soy yo solo, ya que en Arroyo Seco hay otros dos entrenadores como Mario Paglialunga (DT 4ª de AFA) y Ezequiel Gentilo (primera local de la Rosarina) y varios preparadores físicos que estamos con ese grupo. Manejamos muchos chicos y tenemos una dinámica que podemos ir moviendo a todos los jugadores”.

El ex delantero de Ferro continuó: “El proceso de reserva en cuanto a la formación del jugador sirve para varias cosas. Creo que la formación nunca se termina. Incluso en la parte profesional se puede mejorar hasta el último partido de la carrera. Sí en la fase juvenil hay ciertas cosas que tienen que ver con la personalidad. Ya que un jugador, ya saliendo de la parte técnico–táctica, se prepara para jugar en un entorno con mucha gente«.

Para poner más énfasis en su análisis, Pobersnik refirió que «Central es un club muy popular que te juega con 45.000 personas todos los partidos. Hay que absorber eso para mostrar las cualidades para jugar en el club. En primera se cambia la exposición y todo se exacerba. Si un jugador tiene un buen rendimiento es un fenómeno y sino es un desastre. Acá podemos manejar la crítica y los elogios y prepararlos para esas circunstancias. Entrenamientos con la primera sirven un montón, ya que es otro ritmo y ayuda para que vean ejemplos y puedan intercambiar opiniones. Siempre va a depender de la predisposición de cada jugador la formación”.

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La importancia del Torneo Proyección

“No creo que la reserva sea la división más difícil para trabajar. Tengo la suerte de estar en una estructura muy bien organizada donde cada uno sabe su rol y eso facilita el trabajo. Nuestro primer pensamiento es estar a disposición de la primera y tenemos una gran comunicación. Por lo cual se hace todo muy fluido. Estoy muy cómodo y tenemos mucho espacio para entrenar. Ahora inauguraron tres canchas nuevas y la infraestructura es la adecuada”, añadió.

Sobre la organización del Torneo Proyección expresó: “la televisación de la reserva da mucha visibilidad a los chicos. Convendría que la reserva juegue en un día muy cercano después de la primera por un tema de organización. Hay que ver los campos de juego. Está bueno que se juegue en los estadios, pero a veces hay problemas de estructura y hay que cuidar las canchas. Por supuesto que mientras más parecido sea a un partido de primera, mejor es para la preparación de los chicos. Hoy es más difícil organizar un fixture regular”.

“En mi época los partidos de reserva se jugaban de preliminar. Era muy lindo venir al Gigante y nos generaba mucha emoción. Estaba muy reciente el Mundial 1978 y jugar allí era muy particular. A principios de la década del 90 tanto Central como Ferro estaban muy bien armados y eran partidos muy peleados”, recordó.

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Cómo llegó a Central, Zof y el Polillita

“Yo en Ferro me fui libre por el 20 % y estuve unos meses sin jugar. Me trae a Central más que nada la dirigencia. Zof obvio que lo quería al Polillita Da Silva ya que había mucha diferencia. Con la calidez que lo caracterizaba, Don Angel se caracterizaba se portó muy bien conmigo. Empecé a entrenar y jugar en un gran plantel donde estaban Omar Palma, Da Silva, surgieron Vitamina Sánchez, Gordillo, Patricio Graff, Carbonari; dos arquerazos como Bonano y Abbondanzieri. Yo estaba más como acompañante, pero fui muy feliz esa temporada. Si bien no era titular siento que sumé mucho al grupo y lo disfruté con mucho cariño”, detalló con precisión.

Y no olvidó su gol más importante: “El gol que más recuerdo fue uno que le hice a Lanús en el Gigante de afuera del área. La agarré de sobrepique y la metí en un ángulo. No hice muchos goles de media distancia. Pero mejoré mi pegada gracias a un frontón que había detrás de uno de los arcos de la Ciudad Deportiva y nos quedábamos pateando ahí con Vitamina Sánchez, el Chiri Colusso y otros”.

“Siempre me llevé muy bien con todos. En especial con el Cuis Daniele y Pipo Falaschi quien hoy estar de coordinador. Teníamos un grupo bárbaro. Que si bien fue un periodo corto mi paso por Central fue por demás intenso”, agregó.

Embed – 16-6-1996 (Clausura) (13°F) Rosario Central:3 vs Lanus:1

La inolvidable Copa Conmebol 95

Por supuesto, no podía faltar el recuerdo de la Copa Conmebol. “Fue el título más importante de mi carrera. Llegar al partido de vuelta de la final con ese resultado adverso fue muy difícil. Pero a medida que se iba acercando el partido el clima fue cambiando ya que hubo una energía muy positiva de la gente y el aliento toda esa semana a pesar del 0-4 fue como una ola que nos empujó para adelante. Estuve en el banco en el primer tiempo y la fuerza de los hinchas era bárbara.

«Primero fue equiparar para llegar a los penales. Cuando llegó ese momento y preguntaron para patear mi animé. Obviamente que en esa caminata hasta el punto del penal estaba muy nervioso, pero fui muy decidido a patearlo. Incluso me di el lujo de amagar y que Taffarel se tirara hacia un lado y la pelota fue al otro. Fue un recuerdo imborrable al igual que los festejos”, ahora recordó con alegría.

Las metas personales de Mario

“Mi meta como entrenador es seguir progresando. Dirigí a casi todas las categorías en la formación y me preparo para lo que venga. No tengo nada planificado. Estoy disfrutando este momento y me gusta aprender de los compañeros que tengo al lado. Todo me sirve para incorporar cosas. El futuro dirá porque el fútbol es muy dinámico. Hoy estoy enfocado en la reserva”, apuntó con realismo.

También recordó su pasó por Boca. “Participé del cuerpo técnico de Rolando Schiavi en la reserva. Me permitió de acceder a ese club donde el Flaco fue muy importante como jugador. Tiene una gran infraestructura y el día a día era agradable. Guardo un muy buen recuerdo porque hubo un montón de jugadores que hoy están en varios clubes en primera”.

“No hay una diferencia sustancial entre Central y Boca en cuanto a jugadores. Quizás un poco en infraestructura. Pero se está yendo en esa dirección. En Arroyo Seco hay mejoras todos los días y cuando se equipare eso vamos a seguir mejorando», señaló.

Y confesó que su trabajo consisten en «ser simple, equilibrado y tener una dirección clara para mejorar a cada jugador en su puesto. Trabajar en equipo y generar un compromiso colectivo. Eso es lo más importante. Si uno lo puede ir logrando van a llegar resultados. Porque hay mejoras en todos los niveles. Si se puede generar una competitividad interna, el compromiso y hacerle ver al jugador que la mejora personal y la predisposición a participar en el equipo desde el lugar que el toque es lo mejor para todos, es muy satisfactorio para un entrenador. No se logra solo. El cuerpo técnico es importante. Estoy rodeado de gente que me ayuda mucho, que sabe más que yo y las diferentes opiniones te ayudan a tomar mejores decisiones”.

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