El excandidato a intendente de Montevideo por La Coalición Republicana en representación de Cabildo Abierto —que obtuvo apenas el 0,65% de adhesión— consiguió su segundo fracaso al debatir en redes sociales con Esteban Queimada sobre el rol de las Naciones Unidas.
El coronel retirado sostuvo:
[…]la ONU es una organización que busca que la Humanidad no se extinga en la próxima guerra. Para eso fue creada, obviamente hay algunos sectores que fueron cooptados por la ideología de género etc. Pero eso solo acá en otros países todo eso, ni se escucha.
Queimada atacó sin rodeos:
La ONU y todos los globócratas, se han atribuido el poder para hablar en nombre de ‘la Humanidad’, siendo esta una entidad abstracta, radicalmente apolítica e imposible de representar.Hay que pensar en clave Uruguay, desde y para Uruguay.Es hora de los Patriotas, Roque, no de los defensores de un régimen constituído por entidades apátridas, antidemocráticas y antirrepublicanas que, con sus «expertos» y sus «filántropos» a la cabeza de organismos internacionales, reclaman para sí los títulos de legitimidad de una nueva forma de gobernanza global que deja a los pueblos sin cultura, sin identidad, sin soberanía y sin Libertad.
| Redacción
Roque García quedó completamente en silencio.
Al que le quepa el sayo, que se lo ponga.
Luego del cruce, el referente de la Plataforma Por La Libertad, hizo un descargo en su perfil de X donde sentenció:
No se puede dar la «Batalla Cultural» en Uruguay, reivindicando organismos internacionales.
La ONU y sus tentáculos gobiernan los países que «venden su rico patrimonio al vil precio de la necesidad».
La UNESCO dicta cómo debemos educar a nuestros hijos y qué expresiones culturales deben promoverse e imponerse.
La OIT dicta cómo deben confeccionarse las leyes laborales.
El FAO y la FIDA dictan sus normas para la producción de alimentos.
Y podría seguir enumerando los fondos y programas, comisiones regionales y organismos de crédito, etc.
Quien abona a esta forma de gobernanza global, no puede considerarse un patriota ni un soberanista.
Mucho menos decir que va a dar la «Batalla Cultural» desde sus partidos políticos lame botas del poder externo.
p>Quizás también te interese: los premios internos del Frente Amplio.
El coalicionista proglobalismo se sintió aludido con la publicación y respondió:
Claro que se puede!! ¿Quién sos vos para sostener lo contrario Esteban? Hay que volver a enviar gente con capacidad de defender los intereses de la gente en esos organismos.
¿En serio te parece que el problema es la ONU? Hay países miembros del Comité de Derechos Humanos que lápidan a los adúlteros ¡y vos pensás que el problema es la ONU! NO ESTEBAN NO ES POR AHÍ. Más profundidad para separar la paja del trigo. Por favor.
| Redacción
Mordaz, como de costumbre, Queimada contraatacó:
No me pidas una «profundidad» que no tenés, ni siquiera para «argumentar» tu defensa a la ONU.
Vivís en Suiza, no en una nube de pedos en el limbo.
Tampoco me vengas a botijear y hablarme de DDHH y de «intereses de la gente».
Tras el silencio lapidario del cabildante, Queimada publicó uno de los tantos documentos oficiales que muestran cómo ha servido en las misiones de Naciones Unidas y le preguntó:
¿Por este tipo de cosas defendés a la ONU, Roque García?
El integrante de la Coalición Republicana por Cabildo Abierto ha quedado anclado en el tiempo.
Quizás sea conveniente recordar el épico discurso que el presidente argentino, Javier Milei, ofreció en la Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas, el pasado setiembre de 2024 en Nueva York:
Bajo la tutela de esta organización y la adopción de estas ideas —durante los últimos 70 años— la humanidad vivió el período de paz global más largo de la historia.
Se creó un foro internacional, donde las naciones pudieran dirimir sus conflictos a través de la cooperación, en vez de recurrir —instantáneamente— a las armas.
Se logró algo impensado: sentar permanentemente a las cinco potencias más grandes del mundo, con igual poder de veto, pese a tener intereses contrapuestos.
Porque donde entra el comercio, no entran las balas —decía Bastiat—
El comercio garantiza la paz, la libertad garantiza el comercio y la igualdad ante la ley garantiza la libertad.Esto es lo que ha ocurrido —mayormente— bajo la tutela de las Naciones Unidas, en sus primeras décadas, y por eso estamos hablando de un éxito destacable en la historia de las naciones que no puede ser soslayado.
Ahora bien, esta organización dejó de velar por los principios esbozados en su declaración fundante y comenzó a mutar.Se transformó en un Leviatán de múltiples tentáculos, que pretende decidir no sólo qué debe hacer cada Estado-Nación, sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo.
El modelo original ha sido reemplazado por un gobierno supranacional de burócratas internacionales que imponen un modo de vida determinado.
Lo que se discute en la Cumbre del Futuro no es otra cosa que la profundización de ese rumbo trágico.
p>Quizás también te interese: cómo se financia el Partido Comunista.
La Agenda 2030, aunque bien intencionada, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional, de corte socialista, que atenta contra la soberanía, la vida, la libertad y la propiedad.
Ha sido precisamente la adopción de esa agenda lo que tergiversó el rol de esta institución y la puso en una senda equivocada.
Una organización que nació para defender los derechos del hombre, ha sido una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad. Como —por ejemplo— con las cuarentenas globales del 2020, que deberían ser consideradas un delito de lesa humanidad.
En palabras de Manuel Adorni: Fin.