La separación de Juana Repetto con Sebastián Graviotto sorprendió a todos. Y es que, la pareja venía compartiendo momentos familiares muy íntimos en redes. Sin embargo, algo se rompió y la actriz decidió ponerle punto final a la relación. Desde entonces, eligió contar su duelo sin filtros y a corazón abierto.
Durante días se mantuvo en silencio, pero finalmente decidió hablar. A través de su cuenta de Instagram, Juana compartió un descargo que conmovió a muchos. “Hoy fue una tarde difícil en casa, no siempre es fácil acompañar y sostener. Está bien también permitirse caer por un ratito”, escribió, visiblemente afectada por el momento que atravesó.
Sus palabras no pasaron desapercibidas, especialmente por el mensaje que le dedicó a sus hijos. “Siempre los hijos (aunque por ellos hayamos caído) nos dan la fuerza para levantarnos y seguir”, confesó con una foto abrazando a Belisario. La imagen y el texto tocaron una fibra sensible de quienes atraviesan duelos en soledad.
Pero eso no fue todo. En otra publicación, Juana mostró cómo intentó revertir el día: “Nada que unos ricos fideos con tuco de pollo y viendo tele en la cama no solucionen”. Con ese gesto simple, buscó cambiar el clima de la casa. Como suele hacerlo, compartió una parte honesta de su día sin idealizar nada.
LA REFLEXIÓN DE JUANA REPETTO
A modo de reflexión, escribió: “A veces está bien salirse de la rutina y ‘romper las reglas’. Día de semana, comida en la cama y TV nos ayudó a cambiar la energía y terminar el día con una sonrisa”. Así, dejó claro que se permitió un respiro en medio de tanto dolor. Porque ser madre también es reinventarse en el caos.
Y cerró con una frase que dejó todo dicho: “Me lo digo a mí que me cuesta un huevo salirme de la estructura. A veces querer tener todo bajo control y que funcione ‘perfectamente’ sale caro al ped…”. Sin mencionar a Graviotto, Juana eligió mostrar su lado más humano, sin escudos y con total sinceridad.