Incomprensible y muy difícil de entender en toda su dimensión. Se acaba de desatar otro round, otra batalla que confronta a Wanda Nara y Mauro Icardi. Este nuevo capítulo se configura en una montaña de publicaciones que subió a las redes sociales el futbolista.
Llamativamente, el atacante considera que la mansión del country de Santa Bárbara, que originalmente la adquirió Maxi López y que luego se la cedió a la mediática como parte de pago por deudas alimentarias, es su hogar. Sí, Icardi definió a esa propiedad como su casa.
En definitiva, el futbolista encendió la cámara de su celular y filmó a Wanda en su visita a ese espacio suyo, legítimamente, para retirar una valija con ropa y algunas pertenencias. Mauro entendió que ese acercamiento en realidad fue un ‘acoso’, así lo escribió, de Nara.
En toda esa guerra que se desató en el plano público se filtró un documento privado, que consta de los mensajes que el delantero le envió a su abogada durante la presencia de Wanda en ese domicilio. Así se lee los textos que le redactó a su letrada: “Llegó Wanda, la estoy grabando todo, por las dudas, así tenemos pruebas”.